El pasado 8 de enero de 2024, la noticia de que Duolingo había despedido a un gran número de sus traductores contratados se extendió como un reguero de pólvora por las redes sociales. El motivo: la compañía de aprendizaje de idiomas habría decidido confiar en la inteligencia artificial (IA) para realizar la mayor parte de este trabajo. Según un usuario de Reddit llamado No_Comb_4582, quien afirmaba haber trabajado para la empresa, Duolingo habría despedido a “una gran parte” de sus traductores contratados en diciembre, ya que la IA podría hacer el mismo trabajo más rápido y a un coste menor.
Esta decisión habría dejado solo a dos de los cuatro miembros del equipo, quienes actualmente se dedican únicamente a revisar el contenido generado por la IA para asegurarse de que sea aceptable. A pesar de la controversia, no se trata de una práctica nueva para Duolingo, ya que la compañía nunca ha ocultado su uso de la IA para diversos fines, incluyendo la generación de contenido de cursos. Un representante de la empresa ha confirmado que, aunque se utilice la IA para muchas tareas, los expertos humanos siguen involucrados en la creación del contenido de Duolingo.
En cuanto al número de especialistas afectados, Duolingo ha aclarado que esta medida ha afectado solo a “una pequeña minoría de los contratistas de Duolingo, ya que la mayoría sigue estando contratada”. No obstante, esta noticia se suma a una serie de despidos y decisiones similares tomadas por otras empresas, como Hasbro y su subsidiaria Wizards of the Coast, que han utilizado la IA para generar visuales en una campaña de marketing.
¿Qué significa todo esto para el futuro del aprendizaje de idiomas y el papel de los profesionales humanos en este campo? En primer lugar, es importante señalar que la IA ha demostrado ser una herramienta extremadamente útil en diversos campos, desde la traducción automática hasta la generación de contenido. Sin embargo, también es cierto que el aprendizaje de idiomas es una actividad compleja y multifacética, que implica no solo la adquisición de vocabulario y gramática, sino también la comprensión de la cultura y la comunicación efectiva.
Por esta razón, es posible que la IA nunca pueda reemplazar completamente a los profesionales humanos en el campo del aprendizaje de idiomas. Mientras que la IA puede ser eficaz para tareas específicas, como la traducción automática o la generación de contenido, los humanos siguen siendo imprescindibles para proporcionar una perspectiva cultural y una comprensión más profunda de la lengua. Además, los humanos pueden adaptarse de forma más flexible a las necesidades individuales de los aprendices, mientras que la IA actualmente está limitada por su programación y su capacidad de procesamiento.
En este sentido, es posible que el futuro del aprendizaje de idiomas implique una combinación de la IA y los profesionales humanos, con cada uno aportando sus fortalezas y habilidades únicas. Por ejemplo, la IA podría utilizarse para proporcionar una retroalimentación instantánea y precisa sobre la pronunciación y la gramática, mientras que los profesores humanos podrían centrarse en la enseñanza de habilidades más complejas, como la comprensión lectora y la expresión escrita.
Desde mi punto de vista, creo que la llegada de la IA al campo del aprendizaje de idiomas representa tanto una oportunidad como un desafío. Por un lado, la IA puede ayudarnos a mejorar la eficiencia y la accesibilidad del aprendizaje de idiomas, haciéndolo más asequible y accesible para personas de todo el mundo. Por otro lado, también plantea preguntas importantes sobre el futuro del trabajo y la necesidad de proteger los derechos y el bienestar de los profesionales humanos en este campo.
Si podemos aprovechar la IA para complementar y mejorar nuestras habilidades humanas, en lugar de reemplazarlas, entonces podemos crear un futuro en el que la tecnología y la humanidad trabajen juntas para crear un mundo más conectado y comprensivo.